Tuve la oportunidad de asistir a la Secundaria General 44 para recibir el curso, junto con los docentes de ésta escuela. Quién hubiera llegado a visitarnos, después del desayuno, en la segunda sesión, se sorprendería. Un grupo de compañeros cantando a una sola voz, y el resto escuchando, sonriendo y prestos para aplaudir al final de la presentación. ¿Esto qué tiene que ver con el curso? Nada, de manera formal. Todo, por que refleja el estado emotivo que privó en todo el taller de formación continua. Disposición y aceptación, elementos fundamentales para el logro de los propósitos de cualquier taller.
Gilberto Gastón y Blanca Iris, docentes distinguidos de la Escuela, organizaron y prepararon las jornadas de trabajo con bastante tino. Lo cual se ve reflejado en la actitud de los docentes frente al trabajo académico.
En la primera sesión, iniciamos, después de tener una panorámica del curso, retomando nuestros planes y programas de estudio. Nos reunimos por equipo, y al margen de nuestra formación, revisamos el programa de una asignatura, que nos señalaron los conductores. No nos hicieron caso de agruparnos por academias o campos de conocimiento. Ubicamos las competencias, propósitos, contenidos, aprendizajes esperados. Conocimos a vuelo de pájaro todo el documento. Nos percatamos de diferencias y similitudes.
Enseguida pasamos a conocer la propuesta de “gestión de ambientes de aprendizaje”. Lo cual hicimos por equipos, principalmente con la información que se encontraba en la guía. Es necesario reconocer que los conductores llevaron impresa la lectura y la dividieron entre los equipos.
Después de la exposición y comentarios sobre la lectura, nos pusimos a realizar una planeación, en dónde teníamos que incluir los elementos que habíamos encontrado en los programas. Esta actividad, creo, aporto riqueza al curso, cuando teníamos que poner sobre la mesa nuestras concepciones y argumentos para definir los puntos y contenido que debemos incluir en el documento. A título personal, con formación para impartir la asignatura de Formación Cívica y Ética, colaboré en la planeación de Español. Había datos que pregunté y otros que propuse.
Así terminamos la primera sesión.
La segunda sesión, iniciamos hablando de nuestros hábitos de lectura y comentado nuestra percepción acerca del papel que tiene la misma en la educación. Dónde todos llegamos al acuerdo que estábamos hablando de una herramienta fundamental para el trabajote aprendizaje. Reconocimos las diferentes perspectivas de evaluación del desempeño del lector. Todas ellas al alcance de los docentes, porque son rúbricas que podríamos aplicar al interior de los grupos.
Se comentó que éste es un tema transversal de fundamental importancia, dónde todos, absolutamente todos, nos vemos obligados a potenciar en beneficio de los alumnos y de manera indirecta, de nuestro trabajo.
Entremos, después de ver un video titulado “Biblioburro”, o algo así. Vale la pena verlo, así que les obsequio la liga para que lo consulten.
La segunda parte, fue un espacio para entrar a un tema polémico por su legislación, y desde el inicio se percibieron diferentes opiniones. La cultura para la salud alimentaria.
Los conductores dieron oportunidad, a través de la lectura de la guía del curso, de expresar nuestras opiniones y posturas acerca de éste trabajo y responsabilidades que asumiremos a lo largo de este ciclo escolar. También, recibimos información con mayor detalle, para conocer que se espera del personal de la escuela, que corresponde a la autoridad, y que tendrá que cambiar en la sociedad.
Terminamos este trabajo, hasta la tercera sesión, con una planeación, acerca de como abordaríamos esta temática. La planeación era de la asignatura de ciencias primero. En ésta asignatura, se reconoce como un tema del programa. Sin embargo, en comentarios previos, se resolvió la relevancia de tocar el tema como un punto transversal a abordar por todas las asignaturas. No sólo como contenido, sino, como un énfasis formativo en nuestros ejercicios y ejemplos.
Así pues, la tercera sesión, inicio todavía abordando la temática de la cultura de la salud alimentaria. El tema se cerró, poco antes del desayuno, con una panorámica de las implicaciones del programa y lo que tendríamos que abordar. No sólo la alimentación, sino, la salud en términos amplios. Lo biológico, psicológico y social, salud en esos tres puntos. Por cierto, como nota al margen, leí en el periódico Público que el Distrito Federal, ya se encuentra proponiendo una modificación a su Ley de Salud, para incluir la salud psicológica de las personas como una prioridad. Bien por ellos.
Cerramos el curso, después de ver un par de videos que hacen alusión y podrían abrir un rico debate en la temática de la cultura de la legalidad. Sin embargo, la oportunidad de disfrutar de tiempo para comentar se había terminado. Dejamos pendiente los temas cultura de la legalidad y derechos humanos, participación social en educación y productividad en y desde la educación básica.
Al final, valoro una excelente conducción y reconozco que el curso, como se encuentra diseñado es extenso y probablemente imposible de lograr en los tiempos señalados. Aprendí un truco en lo que toca a conocer la carga de trabajo de un curso. Leer todo en voz alta, con calma. Si hiciera el ejercicio, estoy seguro que no alcanzo a conoce todos los materiales en el tiempo dispuesto. Por eso afirmo que esta con un detalle en su diseño.
En fin, nos entregaron todo el material para que podamos repasar todas las veces que deseemos los textos y habrá oportunidad de platicarlos en próximas reuniones.
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