lunes, 12 de diciembre de 2011

Reunión de Profesores en la Escuela Simón Bolívar

Noviembre 23 de 2011
Escuela General 61

Hoy disfruté de particpar en una reunión de profesores diferente. Digo, regularmente nos reunímos con el propóstio de estudiar o proponer alternativas de solución para que los alumnos mejoren. Éste día, el foco de la atención fueron los docentes mismos. La temática, evaluar, valorar la congruencia de la criterios y formas que utiliza el profesor para asignar la calificación final de sus alumnos.


El orden de los trabajos fue, aparentemente sencillo:
  1. Integrarse por equipos y recibir el material de trabajo (Planeación de clase, encuadre y copia de las listas de otros profesores).
  2. A través de una guía responder acerca de los criterios y la ponderación de la evaaluación que daba el profesor, si era pertinente y congruente.
  3. Valorar la lista del profesor de acuerdo a lo estipulado por el encuadre y la planeación.
  4. Anotar conclusiones y sugerencias para el profesor.
  5. Una plenaria para conocer de manera general del trabajo que se realizó.
  6. Entregar de manera personal la carpeta a los profesores presentes.
  7. Por medio de otra guía, señalar sus compromisos para valorar e incorporar las sugerencias que les daban.


Atrás de todo esto, se encuentra un esfuerzo consistente para aceptar y conocer acerca de ellos mismos. Es un constante diálogo de las vicisitudes que acontecen al interior de la escuela, considerando el papel fundamental de los educadores. Esta labor, del personal directivo, actuales y pasados, se ve reflejado en esta reunión, en la que participo y conozco una perspectiva constructiva en educación.
De aquello que opinaron los prodesores y profesoras en la plenaria tome las siguientes notas:
En los documentos falta describir con mayor detalle los rasgos que se evaluaran. No es suficiente con anotar tareas o particpaciones, se requiere decir en que consistirán unos y otros.
Es importante cuidar la congruencia, porque los criterios de la lista, del trabajo diario, no coinciden con la planeación y en algunos casos con el encuadre. ¿Entonces, cómo vamos a evaluar?
Por otro lado, la ponderación que se asigna a cada punto a evaluar, también debe cuidarse. Varía de documento a documento.
Los registros que aparecen en las listas de los docentes son intelegibles. Falta información par apoderlos leer y entender, además, que no se especifican criterios para asignar calificaciones. A registros iguales, puede verse una calificación diferente y viceversa.
En los registros no se aprecian evaluaciones diferenciadas de acuerdo a las particularidades de los alumnos. Los registros, en la mayoría de los casos son iguales para todos en una asignatura.
La organización de las notas son deficientes y denotan que no se conoce o formula el formato de registro desde un principio.
Como puede leerse, los comentario son realmente críticos, porque se parte del deber ser docente y se ocnstrasta con el ser del personal de la escuela.
A mi juicio, éste es un camino inusual en la escuela pública, necesario y real, en este caso.


Lic. José Antonio García Ibarra.
Jefe de Enseñanza
Zona 11 de educ. Sec. Gral.

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