martes, 15 de octubre de 2013

Nuestra Ruta de Mejora


Octubre 4 de 2013

Éste ciclo escolar representa un inicio distinto por varias razones. Todas directamente relacionadas con la implantación del Consejo Técnico de Escuela y de Zona, así como la elaboración del documento Ruta de mejora para y desde la Escuela.

Para iniciar. Diseñar de manera colectiva un documento que implica en su esencia, acuerdos para mejorar la Escuela y la Zona Escolar, respectivamente. Metas, procedimientos y acciones de evaluación. Para algunos, algo así como un PETE (Plan Estratégico de Transformación Escolar), pero, sólo sobre una dimensión, a partir de valorar el cumplimiento de los rasgos mínimos de la calidad en la educación.

Además de elaborar el documento, "subirlo" a la página web correspondiente, de la Dirección de Educación Secundaria General de la SEJ (Secretaría de Educación Jalisco). Cuando se realizó dicho tramité, nos encontramos con la sorpresa que era necesario agregar mayores elementos a la Ruta, que lo que marcaba inicialmente la guía de trabajo. De ahí partió la necesidad de retroalimentar la primera elaboración del documento.

Posteriormente, para la sesión del 27 de septiembre (primera reunión del Consejo Técnico) se recibieron nuevas indicaciones al respecto, a través de una guía elaborada por la SEP. Entonces, el trabajo de planificación de sesión y en lo correspondiente, la Ruta de Mejora, se ajustaron para dar cabida a esas nuevas indicaciones.

Eso no fue todo. Además, la autoridad, precisó algunas deficiencias en los documentos entregados como Ruta de Mejora, pidiendo su corrección.

De tal forma, que en esta semana existió la necesidad de volver sobre los documentos de la Ruta de Mejora, para revisar, corregir y retroalimentar. Encontrando, claro es, algunas deficiencias que se fueron subsanando para corresponder con las indicaciones. Por ejemplo, precisar el diagnóstico, dado que representaba una interpretación parcial de los datos. También, modificar metas y actividades que no coinciden con el diagnóstico o, por otro lado, no son lo suficientemente claras o precisas.

Lo mejor de este esfuerzo, fue darnos cuenta, como personal de la inspección, la necesidad de documentarnos acerca del seguimiento y la evaluación de procesos. Así que iniciamos la lectura de dos textos: Sistema de Seguimiento y Evaluación de Domínguez y Seguimiento y control de Civicus, A.C.

Con esta información pudimos abonar un plus, no al diseño del documento tan llevado y traído, sino a la implantación de las acciones y su evaluación, que es el motivo de nuestra propia Ruta.

Lic. José Antonio García Ibarra
Jefe de Enseñanza

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