miércoles, 4 de noviembre de 2009

Generación agotada


Rosaura Barahona
Monterrey, México

Colaboración
Blanca Iris Rivera Aguirre
Sec. Ramón Reyes


Nacieron en la última parte del siglo 20.Viven enuna transición provocada por muchas revoluciones: lamediática, la cibernética, la sexual y lapolítico-social. Las crisis han sido y son parte de su realidad cotidiana.

Los anticonceptivos y la revolución sexual les permiten tener relaciones sexuales sin casarse.Posponen la edad de la boda y la llegada de los hijos (que son menos). Los homosexuales, las lesbianas, los bisexuales, los transexuales salen a la luz, exigen respeto y, por fin, se integran al panorama social. Hablan de todo, sin tapujos.

Los privilegiados estudiaron y soñaron con una carrera que ayudara a cambiar el mundo. Los no privilegiados vieron crecer el abismo entre su mundo y el otro, cuando el campo se terminó y los salarios se degradaron. Los obreros que antes comían tres platos del portaviandas, hoy se conforman con un refresco y una bolsa de fritos. Nutrirse es misión imposible; matar el hambre, consigna para sobrevivir.

Presenciaron la caída del muro que algunosinterpretaron como un nuevo amanecer de paz y armonía. Los suspicaces intuyeron que al faltar el totalitarismo resurgirían las rencillas, los resentimientos y las luchas reprimidas, pero no resueltas. Y resurgieron.

La frivolidad es su norma de vida: si no esespectáculo que divierta no vale la pena. Losartistas, los de verdad y los de paja (creados porlos medios), valen por el dinero que generan, no por su talento. Incluso los no artistas serán famosos durante 15 minutos, anunció Warhol. El narcomundo, infierno o paraíso, es omnipresente.

La juventud, la delgadez, el dinero y el consumismo son los nuevos dioses de su Olimpo. Las arrugas, las canas, el cansancio, un cuerpo normal, no usar accesorios o ropa de marca son pecados imperdonables que los condenan al ostracismo social.

Importa discutir y defender los valores, no ponerlos en práctica. La doble moral (aceptada tácitamente) construye un sólido edificio sobre tales cimientos.

El catolicismo pasa de ser refugio espiritual adistinción clasista. Dime con qué grupo estás y te diré por qué escala crees que llegarás al cielo. Los sacerdotes se vuelven mortales y la parafernalia eclesiástica, junto con la jerarquía, se ven obsoletas y rancias.

El capital cambia de inversión a especulación. El mundo dice que se globaliza (sólo una parte se puede dar ese lujo) y se agrava la polarización entre el primer y el tercer mundos.

México sigue empantanado, a pesar de la alternancia iniciada por un presidente con muchísimos altibajos. Los insaciables partidos se enriquecen y se adueñan del País. La impunidad sigue imperando en nuestras vidas. Para qué denunciar, si no sucede nada.

El empleo deja de ser de planta y con prestaciones. Sus contratos son temporales aunque duren 10 años, pero no acumulan antigüedad ni prestaciones. Trabajan jornadas dobles sin pagos extras bajo la espada de Damocles: 'Hay cientos esperando tu puesto'. La ley los protege, pero se hace de la vista gorda cuando las empresas se salen con la suya.

La mayoría quiere primero tener y luego ver si puede ser. Al casarse desean empezar con todo. Un solo sueldo no alcanza. La pareja debe trabajar. Hay que integrar las tareas domésticas y la intensa vida social. Si llegan los hijos, a buscar guarderías. Corren todo el día. Uno para un lado, la otra, parael otro. Se reencuentran en la noche, siempre cansados.

El estrés, la presión alta, los infartos y la depresión son familiares cercanos. Consumen Prozac como antes consumíamos 'salvavidas'.

Carro del año, vacaciones al sitio de moda, colegios caros (no necesariamente buenos), la acción en un club difícil de pagar, la casa en la colonia debida y el conservadurismo a flor de piel. Qué flojera Chiapas: son todos pobres e indígenas.

Hable usted con ellos y compruébelo: están exhaustos. Si pudieran, dormirían una semana completa. Les falta sueño y les sobra cansancio de tanto correr tratando de morder su propia cola. Es la generación joven agotada.

Antes de morirse, deberían detener su tiovivo y bajarse a respirar, a ver las montañas, a dar gracias por estar vivos y a comerse un helado sin hacer nada. La vida también es eso.

Respuestas interesantes

Rosaura Barahona

ALGUNOS COMENTARIOS RECIBIDOS
A veces escribo sobre cuestiones que me inquietan aunque los medios no se ocupen de ellas. A menudo la respuesta es inesperada, como sucedió con'Generación agotada'. Muchos lectores, salvo uno, sintieron que hablaba de ellos y dijeron cosas muy interesantes. Comparto fragmentos de algunos textos.

Espero no haber eliminado nada esencial.

T. Almanza: 'Para nosotros, los que apenas entramosen los 30, la vida parece cada vez más complicada: una carrera sin fin y sin destino. Parece queestamos obligados a ser una generación inculta. No sabemos hablar más que de marcas, gadgets, coches yposiciones económicas. Somos un tapón de sidra, resultado de no saber sopesar las cosas importantesde la vida. Creo que es obligación nuestra revertir un poco esta situación'.

E. Acha dice: 'Muchos nos queremos bajar de este tiovivo, pero no vemos por dónde aventarnos sinsalir muy lastimados. En fechas recientes he visto casos (cinco este verano) de amistades que cambiaronsu lugar de residencia en búsqueda de un mejor trabajo, o de uno que les permita estar más cerca dela familia...'.

K. Cepeda: 'Pertenezco a la generación agotada.Desde que nací estoy viendo crisis. He reflexionado mucho sobre cosas como las frivolidades y el consumismo que nos arrastran. Con las prisas, la rutina y la influencia de tantas cosas, olvidamos lo más importante, lo que de verdad vale: estar sano,vivo, tener familia, amigos y poder disfrutarlos,compartir el tiempo con ellos'.

Daniel Marcelo: '¡Deberíamos empezar a hacer unmovimiento de ' Slow Down' aquí, realmente hacefalta! ¡Tenemos que darnos tiempo para disfrutar másde la vida! El problema es que en esta ciudad hay pocos espacios para eso. Todo está rodeado decemento gris, no es una ciudad para salir a caminar,no hay respeto al peatón, todo está lleno de smog,cada vez más tráfico, la gente maneja muy mal, hay mucho ruido'.

E. Villarreal añade: 'El artículo nos describe y nosdesnuda como sociedad. Cuando yo estudié medicina en los años 80 todos queríamos salvar vidas, sercardiólogos, cirujanos, oncólogos. El idealismo juvenil. Hoy, la tercera parte de mis alumnosquieren ser cirujanos plásticos para agrandar los senos a mujeres que requieren que les agranden elcerebro y la autoestima'.

Lucinda : 'Somos la generación arrogante que se creesuperior a Dios. Nosotros despreciamos los domingos.Es otro día más de la semana: todo está abierto, setrabaja, se compra, se vende, se estudia...Olvidamos que hasta Él descansó'.

H. M.: 'Leí su editorial y me dolió verme reflejadocomo si fuese una crónica de cualquiera de mis días. Mi único refugio ha sido hasta ahora mi esposa y mi pequeña hija de 8 años, lo más valioso que tengo. Lavida se me escurre aprisa y no es fácil ganarse lavida trabajando honestamente. Para eso se necesitan muchas horas de trabajo y menos de estar con lafamilia. Hace poco tuve vacaciones. Decidí hacer absolutamente nada. ¿Resultado? Nos divertimos mucho. Fue terapéutico. Estoy recuperando poco apoco esas pequeñas manifestaciones de vida. Estoyquitándome la pus de encima'.

Cecilia: 'Vengo de regreso de intercambio. Anduvepor Argentina y, claro, hay mucho más mundo que enMonterrey. Aquí la vida es puro estrés ycompetencia, cosa buena y mala a la vez. Es curiosocómo muchos de nosotros competimos por ser mejoresque los demás, sin siquiera analizar si realmente eslo que deseamos'.

Marcela: 'En lo personal decidí salirme de ese juegode locos e irme con mi esposo e hija al norte, a Montreal, donde estoy tratando de empezar una nuevavida, sin grandes lujos, pero sin grandes presiones. El sábado nos sacaron de Wal- Mart a las 5:30 p.m.porque ya iban a cerrar. Les dije que en Monterreyabrían 24 horas y me vieron como si estuviera loca (ahora que duermo plácidamente desde las 10:00 p.m.,creo que sí lo estaba). Prefiero empezar desde abajoen un país que valora el esfuerzo, a seguir con mihermosa oficina en las grandes corporaciones dondevales por cómo te vistes o el auto que tienes, perono tienes la libertad de vivir si te sales delesquema diseñado para ti o la tranquilidad dedisfrutar lo poco que tienes al alcance'.

Ustedes tienen la palabra....

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